La frustración es un sentimiento que paraliza…no te deja ver lo que deberías contemplar de tu futuro, no te deja articular una buena idea y no te deja planear una ruta de escape.
La frustración es como estar tratando de sacar el carro de tu vida cuando se atranco en un pantano, y por mas esfuerzo que haces las ruedas giran pero no avanzan.
La frustración es debilitante, te quita las ganas y la motivación de hacer las cosas y de repente es mas fácil tirar todo a la basura que persistir en el intento.
La frustración te hace olvidar el valor de lo que haces, y de repente ya nada te importa por que alcanzas un punto de frustración tan alto, que después de ahí ya no tienes mas fuerzas para continuar nadando contra la corriente entonces te dejas llevar.
Pero, que nos lleva a sentirnos así? El tratar de cambiar cosas que simplemente no están en nuestras manos, el poner nuestras energías y esperanzas en cosas que requieren que otras personas contribuyan y muchas veces, el esperar en silencio que las personas actúen como uno actuaría, pero desafortunadamente las otras personas no pueden leer tu mente.
Las frustraciones son momentos de verdad, donde te das cuenta que los planes no estaban del todo alineados a tus fines y que hay que buscar alternativas para poder seguir adelante. Generalmente, cuando uno se siente así es cuando uno finalmente puede reevaluar sus metas, tomar nuevos rumbos, cambiar sus caminos, conocer nuevas rutas… no significa que vas a sentir menos frustración que las cosas no funcionaron desde el principio, pero al menos la vida casi siempre te dejar cambiar de perspectiva.
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