fué, por una rubia loca

Señor Extranjero Esta noche me tomo el atrevimiento de criticar lo que lleva puesto, y no es que sea una mujer superficial que ande pendiente de lo que a cada uno le da el antojo de vestir, pero por favor, ¿Quién le dijo a usted que por ser turista podía andar en chancletas por todo Medellín ?. Yo dudo mucho que usted en su pueblo natal use las cómodas “flip flops” por la zona rosa y se vaya de rumba en chancletas y mochos…No es que yo trate de hacerlo sentir mal, pero para mi es un insulto que por que mi país es del tercer mundo usted salga a la calle como si estuviera recién levantado un domingo, en shorts y chanclas tres puntadas. Pero bueno, al menos lleva la camiseta puesta, aunque a este paso no ha de faltar que se la quite en pleno parque lleras un sábado por la noche. No amigo, sus chanclas no van en Medellín…acá no tenemos playa por si el agente de viajes no le comentó…esta es la capital de la moda en colombia y los lugareños pensamos que sus chanclas de plástico no hace

Dicen que el primer amor nunca se olvida... y yo digo que el primer amor nunca se perdona. Como pase de quererte A olvidarte Sin saber de que modo No pensarte Esperar de ti mucho Y resignarme Con dolor en el alma Relegarte Y pienso en el sueño Hoy perdido De vivir junto a ti Y de esperarte Pero dolió el tiempo Y también calmarme Fue un enorme trabajo El apartarte. Este pequeño poema, va dedicado a la persona que me hizo más fuerte, que me hizo tener el valor de decirme a mi misma NO, que me hizo sentir el dolor que produce hacer sufrir a alguien que de verdad quieres…y es cierto, dejar al orgullo o dignidad pasar por encima del amor es algo muy difícil, mas cuando la persona que quieres también sufre, pero a veces es necesario educar a ese niño rebelde que llaman amor, y hay que quererse a uno mismo también y no dejar que otra persona juegue con lo mas valioso que uno tiene: el amor para brindarle a los demás. Esto solía pensar yo hasta hace poco, si

Suelo analizar como los gustos de la gente dejan entrever un patrón de comportamiento…nunca veremos a un rockero en una camisteta talla XXL con un estampado de alguna liga deportiva, por citar solo un ejemplo. Y cada que conosco nuevas personas, y tengo la oportunidad de escuchar sobre sus gustos y preferencias, me pregunto si yo también seguiré algún patrón en especial, y si algún grupo de individuos podrían decifrar muchas cosas de mi con sólo escucharme decir unas pocas frases sobre lo que usualmente prefiero. La verdad, no me preocupa mucho esta cuestión, pero cuando alguien me dice algo como “ no pensé que te gustara el rock” o “ pensaba que eras tan distinta” o tal vez “nunca te imaginé en ese lugar” entonces me empiezo a preocupar por esas cosas que uno sin saber, anda proyectándole al mundo. Lo que pasa, es que la gente tiende a juzgar todo tan fácilmente…¿Por qué tengo que tener una camiseta de los Rolling Stones para que me guste el rock? ¿Acaso tengo que tener cara

He tenido una mala racha…llevo un período de cambios constantes, de malas noticias, de malos momentos entremezclados con otros muy buenos…lo cuál hace mi situación aún mas difícil de describir. Pero de todo este período, creo que este fin de semana si fue el fondo profundo, pero aún así, me siento bien de haberlo vivido, por que es parte del cambio que necesito para mi vida. Pedí saber cuál era mi lugar y dónde debía estar y la respuesta fue muy simple: No puedes saber dónde debes estar, por que la vida es precisamente esa búsqueda, sin embargo si puedes saber dónde NO debes estar, y esa iluminación me causo mucho dolor. Es triste saber que las personas que antes te causaban tanta felicidad, de un momento a otro te causen dolor y esto es lógico, ya que tu corazón está al lado de ellas y cuando cambian y se transforman en alguien que no conoces, sientes la pérdida y el vacío. Es difícil poner tu corazón en los amigos y que ellos no confíen en ti en sus malos momentos, es muy dec

De esos días en los que uno no está triste, pero no hay tampoco motivos que llenen el corazón de fuerzas o ganas. De esos días donde uno siente el peso de la normalidad, de lo poco excitante, del tedio y de lo común sobre sus hombros y de repente trata de cambiar las cosas pero ninguno de los esfuerzos es suficiente para hacerte repentinamente feliz. En esos días en los que te das cuenta que todavía hay personas buenas, pero su bondad no te toca el corazón y en los que de repente lo que solía emocionarte ya no logra trascender a ningún nivel. En esos días es cuando hay que sembrar muchas cosas, son los días para darse cuenta como cambia la vida y para actuar en pos de cosas que traigan mayores satisfacciones. No son días para conducir hacia la depresión o hacia la aburrición, si no para tratar de hacer algo que cambie el rumbo de tu mañana, algo que empiece a darle una nueva forma a tu vida, aunque en el hoy parezca imposible cambiar la rutina. Es muy posible que los resultados de e